Francis Nicolás

"Espacio donde se depura el proceso de encarnación del pensamiento."

jueves, 8 de diciembre de 2011

Espalda parlante


Abriste el librito de mi sonrisa,
buscaste el refugio entre mis hombros
e hice puerto a tus montañas de sombra,
valladar seguro de tu brisa,
sencillo aplacador de tu prisa,
de tu pesar que en tu nombre, nombro.
Supiste paginear mi imaginación,
devoradora de textos y de sueños,
desde la humilde y soleada habitación
donde la dedicación y la humildad son dueños;
no importa si fueron besos grandes o pequeños,
tu tacto de estrella, de luz en almíbar,
tu terco amor, tu pesado cariño, tu tenaz pasión,
tu lejanía hermética de horizonte cercano,
solidificó las nubes, encarnó los fonemas,
vistió los vacíos carnales del sonido,
los convirtió en beso, en dulce, en miel,
hizo que los versos se relamieran en sí mismos.
hojaldrados de rima, almendrados de amor,
caramelizados de luna, de canela en rama,
de crema en crema y de vainilla en flor.
Todo lo llena tu ausencia presente,
eterno desnudo tras el biombo atigrado,
ninguneas el ello y entronizas el yo.
O el tú… tú… mi vida…
Tu espalda parlante de nuca habladora,
que sin estar, está más, de tan más está que está lo justo….
Impertérrito al sonido estéril
de las goteras de olvido,
por donde se escapa la pataleta
de algún planeta perdido.
Abriste el librito de mi sonrisa
y leíste muy para ti para mí:

"Tienes mi hombro,
por más y más que escriba,
dame tu vientre."


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