De verte mirarme, en ti meterme;
verme con tus ojos cercanos,
quererme con tu corazón,
estar en ti cuando me estás queriendo ,
acariciarme con tus manos,
añorarme con tu pena,
desearme con tu anhelo…
De verte mirarme, en ti meterme,
y sentirme como tú me sientes…
por ti…
no por este extraño ser lejano,
aturdido y embarrado de astillada
y aserrada realidad
que me ve sin mirarme
desde el frío frontón de mi espejo.
Yo ya sólo me siento
lo que tú me sientes
y me haces sentir…
por ti…
no por el hipócrita distante
que sucumbe al frío del espacio
entre las dos carnes separadas.
Poco queda ya sino
de verte mirarme, en ti meterme
y disfrutarme como tú me disfrutas,
llevarme a tus límites,
secar mi paladar con tus jadeos,
besarme a mí sólo como tú me besas,
verme dormir como tú me ves,
recorrerme la piel como tu dedo,
sellar mi sed como tus labios
lloverme como tu pelo,
apretarme como tus manos,
soñarme como tu sueño…
Todo mi amor, desde que nació, lo ha visto
“me quieres, luego existo.”
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