A veces la vida,
titila
como una gota de tinta infinita…
Si miras al mar que se desborda
en latidos eternos
y bulle el tintero soberbio
en crestas de fanatismo
y te ves a ti, funambulista del bic,
y zapateador de tablas
de sueños,
mutando en salitre, lapa y caracola,
al filo del espigón…
y zumban los vientos de la vida…
y a tus espaldas el mar…
Y gritas:
¡Oh reseca aridez de tierra muerta!
A cada golpe tuyo
más franca será mi sonrisa.
Me arrebatarás mis huesos,
abrasarás mi pellejo,
tundirás mi músculo,
anonadarás mi alma,
anonadarás mi alma,
pero mi felicidad,
¡ah, mi felicidad!
ese tesoro
no está al alcance de los de tu calaña…
pues tú eres mortal y oro,
y yo, tinta infinita…
tu sólo pobre, mortal y oro..
y yo, mar,
mar y mar, tinta infinita.
Cada golpe tuyo,
vendrá dormidito de ola,
y cada risa mía,
espumadita de blanca amapola.
A veces la vida…
A veces la vida….
A veces la vida.. y tu mano,
con cinco amarras y cinco anclas,
bordada de perla y arrecife:
Por lo que te querré,
(por lo que me querrás)
por lo que te quiero,
(por lo que me quieres)
y por lo que te quise….
(Y da un brinco
si cuentas cinco)
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