Francis Nicolás

"Espacio donde se depura el proceso de encarnación del pensamiento."

viernes, 5 de septiembre de 2014

167. Desaliento dorado

¿Por qué cambiar el oro por tu voz?
¿Por qué convertirse en estatua de oro?

Reniega el hombre a su carne
y lentamente se plastifica,
convierte su lengua en papel moneda,
sus manos en cobre
y sus ojos en hueco de real.
Astillas de oro se clavan en párpados de seda
y oídos ajenos rebosan plata hirviendo.

Pronto las palabras saldrán numeradas,
en serie, en fajos,
en procesión de ánimas.

El pensamiento es un páramo a veces
donde la tristeza hace remolinos reales,
y llueve gris y fino.

¡Cuánto sentimiento fusilado!
¡Cuánto amor no se dirá!
¡Cuánto beso mal tirado!
¡Cuánto sexo repatriado!

Anhelo el tacto rugoso
del apretón de manos
curtido en sinceridad y en trato,
el olor a pan bajo una axila,
y el beso de mejilla cansada
con olor a cocina.

Una fina capa de film
envuelve el mundo…
Estamos mutando a metacrilato…

Y la palabra grita
en remotos barrancos
y el oído anda en sus cálculos,
las lenguas en sus oros
y los corazones en su cuentas.

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