Francis Nicolás

"Espacio donde se depura el proceso de encarnación del pensamiento."

sábado, 10 de septiembre de 2011

2. Tiemfinito


Y es que…

 Me sobra tiempo para quererte
dos y tres veces la vida…
parar los instantes dolientes
que surcan cometas en tu frente:
homenajearte, aplaudirte, ovacionarte.
Me sobra tiempo para quererte…
puentes de piedra en la corriente…
temblor de segundero indiferente.
¿Tiempo para quererte? Me sobra…
en las calmas del raso
y en la zozobra;
en la violencia de la seda salvaje
y apretando tus muñecas sobre la alfombra;
en la punta del zenit,
bajo la sombras,
cuando el viento me lleva,
cuando la brisa te nombra…
Para quererte, tiempo me sobra.
Para quererte me sobra tiempo,
en lo que veo, en lo que siento,
ni en lo que veo, ni en lo que siento…
Cuando tus pies de tanto en tanto
y por el día,
con los minutos juegan al tranco.
¿Dónde irán tus pies, cuando los paras?
Cuando la noche te lleva en volandas,
y construyes castillos de sábanas blancas…
¿Dónde irán tus pensamientos cuando los duermes?
No por nada… por ir por ellos…
por perseguirlos, por acosarlos,
por cortejarlos, por acallarlos,
por espiarlos y hacerlos míos…
Ya duermas, ya veles… hacerlos míos.
Porque no me importa tenerte,
ni pensarte, ni perseguirte, ni atenderte,
ni añorarte, ni extrañarte, ni olvidarte,
ni siquiera
homenajearte, aplaudirte, atenderte,
reverenciarte, adorarte, santificarte…
por aquí, lo importante,
y porque así lo estoy sintiendo,
y porque así lo graba en el paladar mi aliento,
lo importante es quererte.
Y para eso, mi vida, para eso,
para eso… me sobra tiempo.


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