Arriba la fiesta, gitana con gracia.
abajo la gresca, gitana del alma.
Arriba la fiesta,
el bullicio, el color, la luz…
Arpean los picos quedos,
de luciérnagas de hielo,
y los insectos componen la noche
en allegros chirriantes y besos.
Arriba la fiesta,
en huellas de pisadas
en prados de mermelada,
volcanes de flan,
nevadas de azúcar,
y fuentes de nata.
No hay más voz que la de la vida,
y ni la muerte abre la boca,
asombrada e impotente,
mirando desde fuera de la lumbre,
-burbuja de amor anaranjado-
-burbuja de amor anaranjado-
recortada en plata de frío
y rencor…y herrumbre.
Arriba la fiesta, gitana con gracia.
abajo la gresca, gitana del alma.
Paso de proscrito,
susurro de forajido,
verdad empalada,
soberbia tirana,
bocas mudas,
noche queda..
y arriba en la fiesta
la gitanilla danza,
él la mira recortada en la hoguera,
no sabe qué es pecho, qué cadera,
o qué llama,
qué fuego,
o qué piel,
¡qué imán para sementera!
Arriba la fiesta, gitana con gracia.
abajo la gresca, gitana del alma.
Sus patillas se erizan,
mientras se eriza la noche,
y el mochuelo se arrebuja,
en su palacio de asombro.
A cada compás de su talle,
se descarcha tu sien,
y alguien ovaciona algún resto
en el vértice de un desagüe;
en el vórtice de una pandereta.
Pandereta lorquiana
que ciega la muerte,
mientras el musgo verde
que sale del pozo,
contiene la fiesta,
contiene lo siempre.
Arriba la fiesta, gitana con gracia.
abajo la gresca, gitana del alma.
Me besan tus labios,
se merma la lumbre,
tu cuerpo se adhiere…
(ssst, ¡maga!,)
mi luciérnaga apaga.
La luna enrojece
de ver como carpas,
tu cuerpo y el mío,
que arrancan allegros
a jazmines y alábegas.
Gitana con gracia,
gitana del alma.
Me llenas, me llenas,
me sobras, tunanta,
Me apena, me apena.
la pena de tu garganta,
que la lechuza se lleva,
entre son de guitarra.
Arriba la fiesta, gitana con gracia.
abajo la gresca, gitana del alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario