Que no se
engríe quien quiere sino quien puede,
que se amontonan
monótonas ondas
de aire en el
atrio del oído,
bisbeos de
sordina soto voce…
Ecos de
palabra alambicada,
prefabricada, huera,
roída por gusanos ,
aljamiada,
alquímica,
fatua, nula,
inútil…
copiada, hipócrita,
que calla más que dice,
falso remedo
de
sentimiento ficticio.
Vestida de
desnudez,
adornada de
sobriedad,
masticada…
arterial…metálica
borbotón..
nada..
Plomiza, ridícula…
Que pasea con
corona de laurel
por mis
pasillos internos
de oído a
oído,
Por uno
entran
pendones de
victoria y amor,
por otro
salen
espaldas de
heridos vencidos
y morriones
cabizbajos.
Con las alas
cercenadas,
con el lastre
del quiero y no puedo.
Palabra
muerta…
con el alma
en el cielo
y las garras
en el hielo.
Anda, salta
ya… ¡salta!
Y si no te
atreviste ninguna,
al menos
inténtalo una.
Ve lejos con
la alfombra
mágica de tus
palabras
y no merodees
con tus despojos
de sueños..
Y es que,
¿sabes qué pasa?
Que una
palabra, cuanto más se piensa, menos palabra es.
(Es un pequeño consejo
del tipo del espejo)
y, encima, pareado....
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