Tal vez un estallido,
un disparo gutural
de marfil y nácar
o músculo sangrante
hará resonar
en los ecos de las augustas cavernas
la estupidez del vacío,
el circuito inane
de palabras sin alma
revoloteando en los grises.
¡Cuánta estupidez parida
entre mejillas!
Idiotez hecha sustantivo,
lluvia ácida de palabra hueca.
Sustantivo en taxidermia,
verbo capado,
adjetivo en sábanas de lupanar.
Enterrada la palabra mágica,
sepultada la metáfora
entre liposucciones y bótox,
artificios y euros,
de nieve los labios,
de hielo el aliento..
roturada la rosa en el poema,
de nieve los labios,
de hielo el aliento..
roturada la rosa en el poema,
¿qué le queda a la voz
salvo maullar en la noche
y añorar el rugido del día?
Sangre de byte plastifica
el pecho de metacrilato
de aquella criatura
que puso nombre
a la perfección
que creó un dios
pasmado ya hoy en la otra orilla.
¿Qué engendrará el vacío?
¿No será el universo infinito
sino el eco de civilizaciones
que asesinaron de nuevo y siempre
la palabra?
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