Al fondo,
recortados en vacío,
mis zapatos parecen sostener
la esencia hueca del día pasado,
los contornos del tipo aquel
que sueña en clave libre
y en cadenas de orgullo.
Fijos a la realidad,
mi vacío debe andar descalzo
por pasillos con más luz,
por cuartos con más lana.
¿Quién anduvo ayer con ellos?
¿Qué cosas pisó?
¿Sobre qué caminó?
¿Al lado de qué tacones
compuso sueños escarlata?
Al fondo,
recortados en vacío,
dormitan o agonizan
con las cordoneras entregadas
a la fatalidad rutinaria del siempre.
¿Acaso anhelan ser calzados
para soportar el conocido peso
del jugar a ser
para volver a dejar de ser
mañana?
Debo suponer que mis zapatos
sueñan con vacíos
que volarán descalzos
por los otros mismos caminos.
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