Francis Nicolás

"Espacio donde se depura el proceso de encarnación del pensamiento."

jueves, 23 de febrero de 2012

Ícaro borracho


A veces pienso que lo importante
es que tengo tus besos…

Me apenan los que viven de quimeras,
de esperas, de esferas…
Atesoro el instante en que ambos labios
se separan silenciosos y ofuscados de amor
dejando las células colgadas del infinito,
el sabor de tu boca se me desliza por las comisuras
envuelto en torbellinos de fresas y mentas..
lo atesoro.

Lamento al solo,
lamento a los huérfanos de beso,
o esclavos de falsos besos
inciertos placeres
y traidoras caricias.
No hay beso más bonito
que el que no se espera
pero se desea…
Cierras los ojos,
entreabres los labios
y te cae el peso…
de su beso…
como un esclavo dirigente.
como un meteorito
venido de la lágrima de un dios.

Me entristecen, más sabiéndote…
conociéndote,
saboreándote,
los mendigos de amor,
los ocupados en remedios,
los olvidados en problemas,
los cegados por su utopía,
los tristes…

Me apenan los cómicos
que fingen sentir
un décimo de lo que yo siento,
con tus ojos serenos,
tu frente limpia
y tu beso abierto,
abierto como trastienda enamorada…
Desde el balcón se ve el horizonte,
con paisajes pintados a espátula,
cargaditos, preñaditos, diría yo
de cúmulos y nimbos
tan vacíos como el deseo de un muerto,
como los ojos cegados
de Ícaro borracho.

Me afligen los que viven
aferrados a un sueño.
con el triste error
de que ni siquiera es suyo,
y se apresuran a colocarse
unas torpes alas
para seguir idiotizados
el camino de nubes…
sin puerta, ni escala,
ni atrio, ni celda,
ni quicio, ni nada.
emulando a Ícaro borracho.

Sin embargo yo extiendo mi brazo
y mis cinco dedos se hunden en tu mar
de piel y nervio, de electricidad y galerna,
otros empuñan soledad..
o tal vez carne y pena…
trémula, lejana, indiferente,
marchita, fría, distraída…
ajena.
Me duelen los incautos
que esperan besos
como la raíz seca la lluvia,
mientras el cielo ya anda
en otros negocios,
sobrevolando el barbecho
de inútil despecho,
dejando caer su lluvia
en el sexo fértil
de la agradecida tierra
que no invierte en sueños,
que invierte en ti..
que te tengo
y no necesito soñarte…
ni imaginarte en sombra…
ni engolado de dios
ni con disfraz de mamarracho,
llegar al sol
como Ícaro borracho.

No hay más sol
que lo que cabe en mis brazos.
Ni más firmamento
que lo que me has dado.
Ni más universo
que lo que me has querido
- y seguro, me quieres –
Ni más big bang que tu beso…
ni más error que nada de eso.
Me entristecen los que juegan
a hacer algodón de azúcar
en el torbellino eterno
de un agujero negro…
donde tú no estás,
ni estuviste,
ni estarás.


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