La palabra saltó
desde las alturas del arrecife,
de un labio partido, reseco...
En caída libre…
Alas de silencio..
pico envuelto en alambre de espino.
Hubo una esquina en el tiempo,
y una gota de sol
resbalando por la barbilla…
alimentó al beso
desde el otro lado del mundo…
La palabra saltó
y quedó presa
en el ámbar de su existencia,
un significado a menta
a sueño,
a ayer,
a yerba fresca.
Saltó la palabra
y sobrevino el miedo…
y se paró el latido de vaho
de un corazón de eucalipto
que dibujó antes de nacer
aquel torpe ebanista.
Saltó la palabra
y alguien quedó sólo en las alturas…
Arrebatado de boca
y lengua...
Una pobre voz
gastada de decir…
"Si no te tuviese…
¿Qué haría?"
Y la gota de tinta
selló un suicidio
en sábanas de papiro
y eternidad...
formando una diminuta estrella
de zumo negro
de negra lágrima.
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