A
trazos, como arañando el folio,
como
pata canina,
o
uña felina,
escarbando
las esencias
olfateando
los nombres,
anhelando
la trufa de la esencia.
¿Qué
busco tras esta ligera capa de nieve
trasmudada
en pasta de papel?
Si ya te tengo…
¿Qué
busco?
Ah... llamada indómita de lo nuevo,
atracción
de lo original,
mono
de lo distinto,
anhelo
sediento de lo sorprendente,
ardor
sexual de lo atípico.
Se
busca la eternidad a través del sustantivo:
la
palabra alquímica,
inmolada y renacida,
conocida y nueva,
inmolada y renacida,
conocida y nueva,
que
acolche el alma
y
convierta al mundo en oro.
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