Explora mi mente
huyendo de la rutina
las huellas que dejas en mis
sueños.
Mientras finjo estar presente
en el mundo del albayalde y la
careta,
te persigo y sigo tu rostro
por las alcobas de la imaginación,
como si fueras un perfume,
una idea, una palabra.
Mi mente corretea por espacios
abiertos
de verdes pastos y azules cielos,
o entre heridas de coral
y túnicas de posidonia,
recogiendo tus pistas,
tu hilo dorado,
tus miguitas de pan..
Hasta que en el filo,
en la embocadura misma de las
tablas,
cuando ya parece que voy a
perecer
acribillado a hollín y a
cristales de CO2…
te dejas coger…
y vuelvo a iniciar el poema
dejando que mi mente
huya de la rutina
y persiga las pistas que de ti
dejas en mis sueños cada día,
para cogerte y que te dejes coger
mil…dos mil...cien mil veces.
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