Conforme te pronunciaba
los cristales clavados en mi lengua
se arrancaban de raíz
y se hacían burbujas.
Conforme te pronunciaba
las cuchillas que surcaban mi lengua
se iban liberando
del escozor y el dolor
y se hacían comisura y sonrisa.
Conforme te pronunciaba
agua de nieve anegaba
las llamas y rescoldos de mi lengua
y se hacían vapor de fresa.
*
No puedo sorber tus lágrimas de lava
si hay tanta gente hablando a la vez.
*
*
Me siento mudo
y, si no te pronuncio,
no hay horizonte
y la esfera del reloj
es una nube blanquimuda.
Y me siento mudo
porque me abrazo a tu oído
como un niño pequeño
al bies de la enagua de su madre
con los ojos petrificados
por el futuro…
por una realidad que se subvierte en vacío
por un ser que se insurge en tinta.
*
A veces tu nombre
se asemeja a una noria caleidoscópica
de camuflaje camaleónico
muy difícil de encontrar
escondido baja aquella aguja
de aquel curioso pajar.
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